Frente a la asociación venezolana de planeadores se encuentra este señor, el lleva casi treinta años haciendo churros en el mismo lugar, la carretera de hoyo de la puerta.
Su padre se dedicaba a hacer churros en su país de origen, oficio que le inculcó al llegar a una Venezuela llena de posibilidades. Muchos años después y en un país cambiado, el sigue con su legado.
Hoy vende churros junto con su nieto.